¿EL SERVICIO DE ENERGÍA ELÉCTRICA ES UN DERECHO FUNDAMENTAL?
 

En el Perú, el Tribunal Constitucional ha reconocido la energía eléctrica como un derecho fundamental. Este reconocimiento está basado en su importancia para garantizar otros derechos esenciales y mejorar la calidad de vida de las personas. La energía eléctrica es crucial para el desarrollo social, económico y cultural, así como para el acceso a la educación, la salud y la comunicación.

Argumentos del Tribunal Constitucional

  1. Derecho a la vida y a la salud: El acceso a la energía eléctrica es fundamental para garantizar el derecho a la vida y a la salud, ya que facilita la prestación de servicios médicos, el funcionamiento de hospitales y la conservación de medicamentos.

  2. Derecho a la educación: La energía eléctrica es esencial para el acceso a la educación, permitiendo el funcionamiento de escuelas, bibliotecas y facilitando el estudio en horarios nocturnos.

  3. Derecho a un nivel de vida adecuado: La electricidad mejora la calidad de vida al permitir el uso de electrodomésticos, la iluminación de viviendas y el acceso a tecnologías que facilitan las actividades diarias.

  4. Inclusión y desarrollo: El acceso a la energía eléctrica contribuye a la inclusión social y al desarrollo económico, permitiendo la realización de actividades productivas y mejorando las oportunidades laborales.

Casos y Jurisprudencia

Uno de los casos más relevantes en este ámbito es el expediente N° 06534-2006-AA/TC, donde el Tribunal Constitucional señaló que la energía eléctrica es indispensable para el ejercicio de otros derechos fundamentales. En este fallo, se ordenó la provisión de energía eléctrica a una comunidad que no contaba con este servicio, resaltando que su falta afectaba directamente la dignidad humana y el desarrollo integral de los individuos.

Obligaciones del Estado

El reconocimiento de la energía eléctrica como un derecho fundamental implica que el Estado tiene la obligación de garantizar su acceso a toda la población. Esto incluye:

  • Políticas públicas: Desarrollar políticas y programas para expandir la infraestructura eléctrica, especialmente en áreas rurales y marginales.
  • Regulación y supervisión: Asegurar que las empresas de distribución eléctrica operen de manera eficiente y accesible.
  • Tarifas justas: Implementar tarifas que sean asequibles para todos los segmentos de la población, evitando la exclusión de los más vulnerables.

Conclusión

El Tribunal Constitucional del Perú ha establecido que el acceso a la energía eléctrica es un derecho fundamental, reconociendo su papel crucial en la realización de otros derechos humanos y en la mejora de la calidad de vida. Este reconocimiento exige un compromiso activo del Estado para asegurar que todos los peruanos tengan acceso a este servicio esencial.